En esta obra, quise capturar la esencia de un momento de paz e introspección absoluta. La imagen de la modelo en la piscina, inmersa en un estado de relajación profunda, transmite una sensación de serenidad y abandono al placer del instante. La postura relajada y la expresión de felicidad, con los ojos suavemente cerrados, evocan una conexión íntima con su propio mundo interior, creando una atmósfera de calma y contemplación.

Trabajé con especial cuidado en el tratamiento del agua, logrando una transparencia azul que refleja sutilmente la luz, creando un efecto visual hipnótico. La textura del agua y sus delicadas ondulaciones envuelven el cuerpo con un movimiento suave y envolvente, como si la figura flotara en un sueño acuático. Este dinamismo sutil aporta vida a la escena, haciendo que el espectador casi pueda sentir el frescor del agua y la ligereza del momento.

La modelo lleva una camiseta húmeda y transparente, que al sumergirse en el agua deja entrever sutilmente sus senos, añadiendo una sensualidad delicada y natural. Esta transparencia no solo resalta la belleza del cuerpo femenino de manera elegante y respetuosa, sino que también refuerza la sensación de vulnerabilidad y libertad que emana de la escena.

En este cuadro al óleo , busqué equilibrar el realismo detallado con una atmósfera etérea, utilizando luces suaves y reflejos acuáticos para crear una composición envolvente y poética. La combinación de tonos azules y piel cálida genera un contraste armonioso que invita al espectador a sumergirse en este instante de paz y experimentar la misma sensación de relajación y felicidad que transmite el modelo.

Esta pieza de pintura realista no solo celebra la figura humana en su estado más natural y vulnerable, sino también la belleza del momento presente y la conexión emocional con el entorno. La obra captura un instante fugaz de introspección y serenidad, convirtiéndose en un homenaje a la paz interior y la simplicidad de disfrutar del aquí y el ahora.